Al bahiense Guido Pella (83) se le cumplirá el sueño de enfrentar a Novak Djokovic, número 1 del mundo, en un Grand Slam. En este caso, en el polvo de ladrillo de Roland Garros, Francia, uno de los cuatro torneos grandes de cada calendario tenístico ATP.
¿Por qué? Es que Guido derrotó, en su debut en la edición 2013, al croata Ivan Dodig (51) por 4-6, 6-4, 6-3, 2-6 y ... 12-10. Sí, en un encuentro que duró 3 horas y 24 minutos de juego, de los cuales el quinto set fue de 1 hora y 24 minutos. Y como Novak hizo lo propio ante el belga David Goffin (58) por 7-6 (7-5), 6-4 y 7-5, habrá cruce entre ellos.
En el primer parcial, Pella tuvo que lidiar con un intratable momento de Dodig con el servicio. Con 6 aces y un 100% de efectividad cada vez que el primer servicio del croata entraba, a Pella le costó hacer pie a la hora de recibir. Encima, el número 51 del mundo quebró en una de las dos chances que Pella le ofreció en el juego, y se quedó con la manga por 6-4, en apenas 25 minutos de juego. La "mano" parecía venir mal.
Sin embargo, todo comenzó a cambiar a partir del segundo set. Dodig aflojó con el primer servicio, y el oriundo de Bahía Blanca logró quebrarle en tres de las 6 ocasiones que se le presentaron. El croata tuvo además más del doble de errores no forzados que Pella (15-7), señal de que había esperanzas para el argentino. Y pese a que cedió cuatro chances de quiebre, se le fueron apenas dos puntos con el servicio. El 6-4 del argentino -en 33 minutos de juego-, dejó el partido set iguales.
Con un Dodig cada vez más errático, Guido comenzó a aprovecharse de la situación. Con buenos porcentajes con el servicio, y quebrando una de las cinco chances con las que contó -el croata no tuvo ninguna-, se llevó el tercer juego por 6-3, en 34 minutos. Tuvo, además, 11 tiros ganadores y 12 errores no forzados, lo que demuestra que el argentino salió a atacar al rival.
Una luz amarilla de precaución para el argentino fue el cuarto set. El croata volvió a tomar el control del juego, tal vez herido por los dos sets anteriores, y equilibró las cosas a dos sets por lado, en apenas media hora. El argentino entregó seis chances de quiebre, y Dodig aprovechó dos, para quedarse con la manga 6-2.
Y el quinto fue un set para el infarto. Luego de que Pella quebrara en el tercer game, el croata devolvió gentilezas al game siguiente, para dejar las cosas igualadas a dos games por lado. Pero a partir de allí fue un monólogo de los sacadores. Recién en el vigésimo primer game el argentino pudo quebrar al europeo, para sacar la ventaja de 11-10, y cerrar el partido con el saque propio.
Ahora, Pella-Djokovic, la hora de la verdad para el argentino.
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